ACOSO ESCOLAR
En toda relación es normal que aparezcan conflictos como contraposición de intereses, y cuando estas situaciones se dan no son malas en sí mismas si se saben gestionar bien.
Es importante diferenciar entre los conceptos de violencia escolar y abuso escolar. En el primer caso, los episodios de violencia son esporádicos, mientras que cuando hablamos de abuso escolar la victimización se produce durante un período de tiempo prolongado, la intensidad es diaria y se caracteriza por la desigualdad de fuerzas entre el abusador y la víctima.
Se considera acoso entre escolares en las conductas de maltrato y victimización entre iguales. Se trata de una violencia que se va instalando poco a poco, basada en insultos, amenazas y/o mensajes, ya sea con el móvil, el correo electrónico, en la agenda, en la mesa, en la pizarra de clase o en cualquier otro medio.
Se realiza de forma muy sutil, escondiéndose de los adultos. Es como una persecución física y/o psicológica que realiza un alumno/a contra otro, víctima de repetidos ataques.
Estas acciones repetidas, negativas e intencionadas sitúan a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir sola, ya que sus efectos provocan un descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos.
No se trata de conductas organizadas, en las que se busca la confrontación, ni actos de vandalismo y violencia que pueden manifestarse en el entorno escolar, sino que se llevan a cabo dentro de las relaciones observables del instituto, escondidas casi siempre de adultos, pero conocidas por el resto de compañeros.
SEÑALES DE ALERTA
-Fracaso escolar y/o bajada en el rendimiento académico
-Niveles altos de ansiedad
-Bajo estado de ánimo
-Somatizaciones (dolores de cabeza, dolores de estómago…)
-Rechazo a ir a la
-Aislamiento
-Sufren pesadillas
-Dificultades para dormir
-Pérdida del apetito
ACTUACIÓN E INTERVENCIÓN
Sin duda, el tratamiento psicológico en estos casos es fundamental.
La intervención en situaciones de acoso escolar se lleva a cabo en distintos ámbitos: a nivel individual (víctima y agresor) a nivel de aula (grupo clase) y con las familias.
A nivel individual es importante realizar un trabajo basado en la educación emocional, resolución de conflictos y habilidades sociales. El objetivo es aportar estrategias para que tanto la víctima como el agresor adquieran los recursos necesarios que les hagan conscientes de sus conductas, los efectos que producen en los demás y asuman habilidades para afrontar y gestionar los conflictos.