DEPRESIÓN
La sintomatología depresiva puede venir determinada por la interacción de distintos factores tanto biológicos, genéticos, sociales y familiares.
Un estado de ánimo bajo en los niños puede manifestarse a través de múltiples síntomas que pueden enmascarar una disfunción en su desarrollo psicoemocional.
Es necesario realizar una buena exploración de todos estos factores para poder determinar el origen de la inestabilidad emocional que presenta nuestro hijo/a.
Síntomas de alerta:
• Cambios bruscos en el estado de ánimo (pasa del buen humor al mal humor con facilidad)
• Irritabilidad (se enfada fácilmente)
• hipersensibilidades (llora con facilidad)
• A menudo realiza atribuciones negativas sobre sí mismo (soy inútil, no sirvo para nada, nunca me suerte nada bien).
• Expresa deseos de muerte
• Tentativas de suicidio
• Manifiesta conductas agresivas (se pelea a menudo, no tiene respeto a la autoridad etc.)
• Presenta alteraciones en el sueño (dificultades para conciliar el sueño, le cuesta despertarse por la mañana)
• Se observan cambios en el rendimiento escolar (dificultades de atención, disminuye el esfuerzo habitual por realizar las tareas, pérdida de interés)
• Deterioro de las relaciones interpersonales (se muestra menos simpático, disminuye la participación en los distintos grupos sociales, deterioro de la relación con los demás)
• Somatizaciones físicas (dolor de estómago, dolor de cabeza)
• Pérdida de la energía habitual (se muestra más cansado/a, no muestra interés por realizar actividades)
• Disminución del apetito