El ser humano adquiere muchas de sus características psíquicas después del nacimiento. El cerebro no se desarrolla completamente durante la gestación.
Por tanto, durante nuestros primeros años de vida, el cerebro atraviesa por importantes procesos de maduración asociados con la consolidación de las redes de comunicación entre las células que lo componen. Para desglosar este proceso de forma más comprensible, el psicólogo Jean Piaget desarrolló la teoría de la psicología evolutiva infantil.
Para el suizo, el pensamiento se construye a través de distintas etapas secuenciales. Es decir, debemos pasar por una fase antes de que pueda tener lugar otra. ¿Eso qué significa? Que un niño no aprenderá a multiplicar hasta que primero haya aprendido a sumar.
De hecho, cada una de estas etapas de la psicología evolutiva infantil se suscita en el mismo orden para todos los niños, pero no a la misma edad. En pocas palabras; el proceso puede variar de un menor a otro.
A continuación en este artículo vamos a describir cada una de las etapas de esta famosa teoría.
Etapas de la psicología evolutiva infantil
La psicología evolutiva infantil básicamente establece que la inteligencia del ser humano, se construye poco a poco y durante la infancia vamos comprendiendo el mundo de forma diferente a medida que envejecemos.
Además este proceso de desarrollo cognitivo está estrechamente ligado a nuestras interacciones con el medio ambiente. Desde pequeños hacemos “exploraciones” a través de juegos y tactos para comprender cómo funciona el mundo que nos rodea. Por tanto, casi todo lo que aprendemos en nuestra infancia está influenciado por el entorno en el que crecemos. Explicado este punto, podemos proceder a detallar las cuatro fases de la teoría de Piaget.
Etapa sensoriomotora (0-2 años)
Esta primera etapa engloba el desarrollo y la coordinación de las capacidades sensoriales y motoras del niño o la niña.
En esta fase, nuestra inteligencia está vinculada con la acción: tocamos objetos y nos los ponemos en boca para entender poco a poco cómo funciona nuestro cuerpo y aprender la diferencia entre nuestro cuerpo y los objetos Incluso, empezamos a utilizar el pensamiento y la memoria e imitamos a otros para aprender.
Etapa preoperatoria (2-7 años)
Durante la fase preoperatoria de psicología evolutiva infantil empezamos a hablar. Es la etapa en la que predomina la interiorización de la acción, por tanto, podemos pensar en nuestras acciones sin necesidad de ejecutarlas de forma inmediata en el mundo real. Además, desarrollamos nuestro egocentrismo y nos concentramos en el “mio” y en el “yo”.
También nos resulta muy difícil entender que otros no tengan los mismos pensamientos que nosotros/as. Presentamos dificultad para mentir y guardar un secreto.
Etapa de las operaciones concretas (7-12 años)
A partir de los 7 años de edad, según la teoría psicología evolutiva infantil empezamos a desarrollar una mejor movilidad a nivel de estructuras mentales y somos capaces de reflexionar. Por tanto, podemos adoptar puntos de vista diferentes y realizar operaciones mentales (sumar y restar mentalmente, algo que a los 4 años no podemos hacer).
Sin embargo, nuestro razonamiento pide un respaldo, en concreto como el uso de monedas o fichas para comprender la dinámica de la multiplicación, por ejemplo. Esta necesidad de pasar por un soporte concreto, práctico y manipulable es importante en la adquisición de aprendizajes escolares.
Etapa de las operaciones formales (12 – 16 años)
Corresponde la última etapa de la infancia. Posteriormente, cuando llegamos al adolescencia o en la adultez podremos seguir obteniendo conocimientos, pero no cambiará radicalmente nuestra visión de mundo. En la adolescencia, el manejo de las operaciones mentales mejora muchísimo, sobre todo porque empezamos a razonar utilizando funciones cognitivas abstractas.
Por tanto, tenemos la capacidad de comprender teoremas y desarrollar nociones abstractas. También podemos reflexionar sobre estas nociones en sí mismas (si son buenas y malas, infinitas, etc.). Esta etapa de la psicología evolutiva infantil no es lineal porque lo que aprendimos antes y durante ella, se expande y sigue evolucionando en las siguientes fases.
Conclusiones
La infancia es una fase de gran plasticidad biológica que favorece la progresiva adquisición de habilidades psicomotoras, emocionales y cognitivas, las cuales también están influenciadas por el entorno en el que crecemos.
Las etapas de la psicología evolutiva infantil de Piaget pueden verse como un “software”. Primero estamos en el centro del mundo; todos pueden saber que pensamos o queremos, etc. Después descubrimos que estamos inmersos en un planeta en el que las personas tienen sus propios pensamientos. Y es que a medida que crecemos, experimentamos diversas revoluciones mentales o cambios de nuestra visión del mundo.
Estos “software” son diferentes en relación con las cosas que aprendemos durante la infancia. De pequeños aprendemos muchas palabras sin dejar de vivive «en el centro del mundo».
Asimismo, podemos aprender las palabras “muerte” o “nacimiento” y hablar de ellas sin entender que significan. Para comprenderlas necesitamos cambiar de software, y una vez que se da este paso es imposible volver atrás.