LA TIMIDEZ
A menudo, la timidez no es más que una reacción de la persona a una serie de interpretaciones cognitivas que generan miedo y ansiedad. Miedo al rechazo, miedo a equivocarse, emoción que puede que reconozcamos más como vergüenza.
El niño tímido suele ser una persona callada, temerosa, prudente y con tendencia a evitar situaciones incómodas o consideradas de peligro, no se identifica como una persona que cause problemas y por tanto tampoco se considera que pueda necesitar ayuda profesional.
Es necesario explorar si este aspecto interfiere el desarrollo social, personal y académico del niño y si es así, llevar a cabo un trabajo psicológico individual y de asesoramiento a la familia y la escuela para adquirir las herramientas necesarias que permitan afrontar sus miedos.